Título: EL ÚLTIMO
PASAJERO
Autor:
Manel Loureiro
Editorial: Planeta
Páginas: 447
Tengo la costumbre, no sé si calificarlo
incluso de manía, de descubrir un nuevo autor cada vez que visito la Feria del
Libro de Madrid. Me gusta recorrer las casetas que forman ese magnífico escaparate
de libros; disfruto adquiriendo ejemplares de todo tipo, principalmente
aquellos cuyo autor ya me cautivó con
alguna obra anterior, o los que han llamado mi atención por alguna crítica que
he leído de antemano; asimismo, me gusta acercarme a aquellas casetas en las
que presentan sus libros autores para mí, hasta entonces, desconocidos.
Es el caso de Manel Loureiro. No es un autor
novel, ni ésta es su primera novela, sin embargo, tengo que confesar que nunca
había leído nada suyo, ni siquiera había escuchado antes su nombre. Ahora sé
que es, además de escritor, abogado y que ha trabajado como presentador,
guionista y colaborador en diferentes medios de comunicación.
Lo primero que me llamó la atención fue el
título, El último pasajero, que
invita a imaginar que será una novela de misterio. Y sí, no me equivoqué. Todo
comienza en agosto de 1939 cuando un buque de transporte, el Past of Ballester,
encuentra en el océano un enorme trasatlántico, el Valkirie, a la deriva en
medio de un espeso y nada tranquilizador banco de niebla, y lo remolca a
puerto. Lo sorprendente es que a bordo sólo queda un bebé.
Setenta años después, un afamado hombre de
negocios decide repetir minuto a minuto su última travesía para esclarecer qué
ocurrió en esa noche fatídica en la que el barco quedó a la deriva. Y es ahí
donde entra en juego su protagonista, Kate Kilroy, una joven periodista que ha
sufrido, recientemente, la muerte de su marido, Robert. Para evadirse y
comenzar con una rutina que la ayude a superar esa pérdida reanuda su trabajo y
así será la encargada de realizar la investigación sobre los misteriosos
acontecimientos que rodean la trayectoria del viaje, y será su dueño actual, un
millonario judío, Isaac Feldman, quien le ofrezca subir a bordo para revivir el
viaje inicial.
Una vez en el barco los protagonistas ya no
podrán escapar, y el lector tampoco. Uno de los grandes aciertos de Manel es
crear un ambiente asfixiante, opresivo, entre el terror psicológico y el
misterio, con una descripción muy completa del interior del barco. Intuyo que
el autor ha realizado una exhaustiva documentación que se refleja en unas
impresionantes descripciones, principalmente cuando Kate revive momentos del
primer viaje del Valkirie.
He descubierto con esta lectura una
narración, ágil, dinámica, que capta la atención del lector y mantiene la
intriga, aunque también es cierto que hay momentos, sobre todo en el interior
del barco, en los que la trama decae pero la maestría del autor consigue que se
superen con algún momento de acción protagonizado por unos personajes bien
definidos.
En conclusión, una obra recomendable que
engancha desde el primer momento, aunque puede flojear en algún momento, el
autor con su escritura magistral consigue mantener la intriga hasta el final.
Por ello, solo puedo decir que me alegro de
haberme parado en esa caseta de la Feria del Libro y haber adquirido un
ejemplar de El último pasajero.